Avutarda kori

pájaro

La avutarda kori​ (Ardeotis kori) es conocida como el ave voladora más pesada del mundo, aunque este título se disputa con varias especies. Algunos machos pueden alcanzar los 20 kg de peso, aunque lo más común es que pesen alrededor de 18 kg. La media, incluyendo a las hembras, es de 13,5 kg. Este peso la sitúa en el límite de la capacidad de vuelo.

Es un animal bastante común en las sabanas del centro y sur de África.

La mayor parte de su plumaje es de color gris, con una cresta negra en la cabeza. Ambos sexos tienen un aspecto similar, aunque pueden presentar variaciones individuales. Con un cuello bastante largo, patas largas y un cuerpo robusto con un pico corto, la avutarda kori se ha adaptado al paisaje abierto y seco en el que habita, perdiendo los dos dedos traseros.

La primera vez que vi al macho realizar la parada nupcial, quedé asombrado. Aunque estoy acostumbrado a la aparatosa «rueda» de nuestra avutarda común (Ardeotis tarda), la diferencia es que la kori puede llegar a medir 1,5 m de altura, 40 cm más que nuestra especie local. Su envergadura alar es de 2,7 m, lo que nos da una idea de su imponente tamaño.

Es un animal generalmente silencioso, pero cuando se alarma, emite un fuerte sonido similar al ladrido de un perro.

La avutarda kori es omnívora y se desplaza lentamente en busca de alimento, que puede incluir insectos, moluscos, lagartos, camaleones, pequeños mamíferos, huevos o polluelos de aves, así como vegetales como semillas, bayas, raíces, bulbos, flores y hojas.

Es curioso notar que le gusta buscar alimento en lugares incendiados e incluso puede llegar a carroñear.

Mantiene una simbiosis con el abejaruco carmín (Merops nubicus), quien frecuentemente se posa en su espalda mientras la avutarda se alimenta, ahuyentando algunos insectos que el abejaruco aprovecha para capturar. La avutarda se beneficia de esta relación ya que los abejarucos la alertan de la cercanía de depredadores.

Podemos encontrar a esta especie en zonas cubiertas de hierba, lugares arenosos y herbazales bajos, generalmente cerca de grupos aislados de árboles o arbustos. A veces, habita en áreas semidesérticas a más de 40 km de una fuente de agua.

Debido a su peso, la avutarda kori vuela solo cuando es necesario y se siente en peligro, pasando más del 80% de su vida en el suelo. Es un animal desconfiado y siempre está alerta, lo que hace que fotografiarlo sea todo un desafío.