El cálao terrestre sureño (Bucorvus leadbeateri) es un ave imponente y robusta que destaca por sus llamativas pestañas, aunque en realidad cumplen la función de proteger sus ojos.
Esta especie no es migratoria, permanece en su territorio durante todo el año y se distribuye desde el sur de Kenia hasta el noroeste de Sudáfrica, preferentemente en sabanas y praderas, mostrando una preferencia por la vida terrestre y siendo rara su observación en árboles.
Una de las características más fascinantes de estos cálao es su estructura social compleja. Viven en grupos pequeños de 2 a 8 individuos, ocasionalmente hasta 12, con una organización en torno a una pareja alfa dominante que se reproduce exclusivamente. Otros adultos, principalmente machos, y juveniles de ambos sexos colaboran en la defensa del territorio y en la crianza de los polluelos, ocupando un área territorial de aproximadamente 100 kilómetros cuadrados.
El cálao terrestre sureño alcanza una altura de hasta un metro y presenta un plumaje negro con plumas primarias blancas. Los machos se distinguen por una coloración roja en la cara y el cuello, mientras que las hembras tienen una mancha azul en la garganta. Su pico recto y grande, de color negro, está coronado por un casco más prominente en los machos. Con un peso que puede llegar a los 5 kilos y una envergadura alar de 1,80 metros, son aves impresionantes.
Esta especie es conocida por su longevidad, pudiendo superar los 30 años en la naturaleza y ocasionalmente alcanzar más de 70 años en cautiverio.
El cálao terrestre sureño muestra comportamientos agresivos cuando se enfrenta a serpientes, desplegando sus alas y atacándolas hasta matarlas para consumirlas. Se alimenta principalmente de animales terrestres, incluyendo anfibios, reptiles e insectos, y recurre a la carroña en tiempos de escasez.