El licaón (Lycaon pictus), también conocido como perro salvaje africano, se revela como un cazador incansable y voraz en la sabana africana. Presencié cómo tres miembros de la manada devoraron una impala en cuestión de minutos, una muestra de su ferocidad y eficiencia en la caza. Para ilustrar su voracidad, basta decir que nueve de estos cánidos pueden despojar a un kudú de 100 kg en tan solo 15 minutos.
Con un tamaño que oscila entre mediano y grande, los licaones exhiben una longitud de cuerpo de alrededor de 100 centímetros, con una cola de 40 centímetros y una altura en la cruz de unos 70 centímetros, y un peso promedio de unos 30 kg. Sus rasgos distintivos incluyen orejas grandes y redondeadas, así como patas largas y musculosas.
El pelaje del licaón presenta una combinación tricolor de tonos canela, negro y blanco, con un patrón único en cada individuo que facilita su identificación.
Su anatomía está adaptada para el atletismo de resistencia: una vez que inician la persecución de una presa, su eficacia alcanza entre un 80 y un 90%. Estos cazadores persiguen a sus presas en extenuantes carreras, con el grupo coordinándose de manera impresionante. Son capaces de mantener una persecución durante 6 kilómetros, alcanzando velocidades medias de unos 50 km/h.
A diferencia de los felinos, los licaones no matan a su presa antes de comerla, sino que la consumen viva una vez atrapada.
La fuerza del licaón reside en la unidad de la manada. Durante la caza, algunos miembros se quedan en la guarida para proteger a las crías, los heridos o los enfermos. Los que regresan de la caza regurgitan carne para alimentar a los que permanecen allí.
Estos cánidos son fieros pero sociables, mostrando un comportamiento cooperativo y cuidando de los miembros más débiles o enfermos. Las interacciones sociales, que incluyen el tacto, el olfato y las vocalizaciones, son comunes en la manada.
Con una población estimada de alrededor de 6.000 ejemplares en toda África, el licaón está clasificado como «En Peligro» en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, subrayando la urgencia de conservar a esta especie fascinante pero vulnerable.