Facóquero, jabalí berrugoso

Warthog

El facóquero (Phacochoerus africanus) se distingue por su cabeza grande con verrugas en la cara, dispuestas en pares, siendo menos prominentes en las hembras.

Es un mamífero robusto y poderoso, con enormes defensas formadas por los caninos superiores, que pueden crecer curvados hacia arriba y superar los 60 centímetros de longitud en los machos.

Alcanzando una longitud de hasta 150 cm, sin incluir la cola, y un peso de hasta 150 kg, los machos suelen ser más pesados que las hembras. Tienen poco pelo, excepto por una crin distintiva de pelos rígidos y largos en el cuello y los hombros. A pesar de sus patas cortas, son buenos corredores.

Sus ojos, ubicados en lo alto de la cabeza, les sirven para vigilar a los posibles depredadores, aunque su visión no es muy aguda. Sin embargo, poseen un sentido del olfato muy desarrollado.

En cuanto a su alimentación, son oportunistas, adaptándose a lo que encuentran en cada época del año. Aunque son omnívoros, su dieta es principalmente herbívora, incluyendo bayas, raíces, corteza, hongos y hierbas, con una preferencia por los pastos cortos. Ocasionalmente pueden consumir carroña, huevos, pequeños mamíferos, reptiles y aves.

Viven en pequeñas manadas de unos 20 individuos, divididas en machos adultos solteros y hembras adultas con sus crías. Aunque pueden cavar sus propias madrigueras, suelen ocupar las abandonadas por otros animales para protegerse de los depredadores y del frío nocturno. Durante este tiempo, se amontonan para generar calor corporal suficiente.

Al igual que otros cerdos, disfrutan revolcándose en el barro para refrescarse y evitar parásitos.